En el desarrollo de su actividad profesional, la Galería José de la Mano combina desde hace años tres líneas esenciales de trabajo –pintura y dibujo antiguo, arte geométrico contemporáneo y artistas de vanguardia y de la guerra civil— en las que la labor de recuperación de los artistas juega un papel esencial. Como no podía ser menos, la exposición que se inaugura el 24 de mayo de 2012 coincide plenamente con estas características, pues supone la recuperación de un artista alicantino, como el propio galerista, cuya actividad durante los años de la Guerra Civil fue de extraordinario interés. Se trata de Tomás Ferrándiz Llopis, escultor, pintor e ilustrador que, como tantos otros artistas de la época, trabajó entre 1936 y 1939 al servicio de la causa republicana tanto desde su Alcoy natal, como desde Alicante, una ciudad que, junto a Valencia, era en los días de la guerra la retaguardia del frente madrileño y un activo centro cultural.
La importancia de la obra de Ferrándiz, un artista muy vinculado con el ambiente cultural alcoyano y alicantino, realizada en estos años se pone de manifiesto con tan solo dos detalles especialmente relevantes. Primero, su participación en el mítico Pabellón de la República en la Exposición Internacional de París de 1937, junto a Picasso (para donde crearía el Guernica), Miró, Alberto, Calder, Julio González, etc., tras ser seleccionadas dos de sus pinturas presentadas a la convocatoria. Precisamente, una de ellas, “Clamor de guerra”, estuvo en la exposición que se llevó a cabo en el MNCARS en 1987 con ocasión de la recuperación de los fondos expuestos en París, perdidos desde el final de la guerra. Ahora, en la exposición inaugurada en la José de la Mano Galería de Arte, se pueden ver por vez primera las dos obras expuestas en París, incluido el relieve que da lugar a la pintura “Clamor de guerra”.
Sin duda, el prestigio adquirido por Ferrándiz con su actividad artística durante la guerra fue lo que le permitió ilustrar en los últimos meses de 1938 un libro de poemas colectivo, Versos en guerra, en el que participó, entre otros escritores, Miguel Hernández, y en el que el lenguaje de vanguardia está al servicio de lo bélico.
Sobre la obra de guerra de Tomás Ferrándiz, al igual que sucede con la de tantos otros artistas del periodo, cayó un oscuro olvido al finalizar la guerra. Un velo que durará hasta que las indagaciones de José de la Mano le permiten acceder a un estudio en el que se encuentran una serie de obras de un Ferrándiz ya fallecido que muestran la viveza de un periodo que exigía de los artistas su compromiso y sus mejores capacidades.
Como es habitual en los proyectos de la galería, la exposición se complementa con un catálogo en el que se recoge la obra realizada en estos años junto con dos estudios críticos de Juan Manuel Bonet y Fernando Castillo.