Aurèlia Muñoz
Aurèlia Muñoz (Barcelona, 1926-2011) es desde hace poco una de las escasas artistas españolas que ha estado expuesta en la colección permanente del MoMA de Nueva York, y varias obras suyas acaban de formar parte de la muestra Mujeres de la abstracción en el Museo Guggenheim de Bilbao. De esta manera, la artista catalana ha recuperado el lugar de referencia que obtuvo a lo largo de su fructífera trayectoria profesional, tras el renacimiento que experimentó el arte textil durante las décadas de los años 60 y 70. No obstante, la artista ha sufrido la marginación que dentro del arte moderno y contemporáneo ha experimentado el arte textil al ser considerado como artesanía o arte menor por haber sido elaborado tradicionalmente por mujeres. Quizás por ello Muñoz siempre reivindicó que su trabajo se encuadraba dentro del arte contemporáneo y no de la decoración, donde en ocasiones se la encasillaba. Y es así como a partir de los años 60 el tapiz se escapa de su heredada forma bidimensional y de su funcionalidad hacia la volumetría escultórica e incluso hacia la intervención espacial, evolución general del arte textil en el que Aurèlia Muñoz fue una pionera.
Sus primeros trabajos, iniciados en los 60, partieron de las técnicas tradicionales del bordado si bien sus referentes formales estaban en artistas como Klee o Torres García. A mediados de la década comienza a experimentar con la tridimensionalidad, lo que va a coincidir con su descubrimiento del macramé, técnica que empezará a aplicar en varias esculturas textiles para las que la caja de metacrilato que las albergaba era, más que contenedor, parte de la obra. A continuación experimentará con las posibilidades tanto monumentales como aéreas de sus ligeras construcciones de nudos. Monumentales como Tres personatges (1971) que presentaría a la V Biennal Internacional de Lausanne, un trabajo que, frente a la abstracción formalista del macramé, se integraba en la llamada nouvelle tapisserie abriendo caminos experimentales que incluían tanto referentes culturales (en este caso a la rígida vestimenta barroca española) como naturales.
Será un periodo de fuerte internacionalización de su trabajo, estando presente en la Bienal de Lausanne (años 71, 73 y 77) o en la de São Paulo (1973). Los referentes serán fundamentalmente naturales (árboles, estrellas), aunque también culturales, como las capas, incluyéndose referencias sociales en consonancia con el momento histórico que vivía España. Estas piezas tenderán a ocupar el espacio de una manera orgánica: los planos se entrecruzan y los hilos bailan en una especie de danza. A partir de estos años también acometerá una serie especialmente exquisita por su levedad, como son las miniaturas textiles, pequeñas piezas acomodadas al espacio geométrico de la caja de metacrilato que suponen una experimentación, no exenta de poética, sobre las relaciones y tensiones entre el espacio y la obra.
A finales de la década generará también una larga serie con lonas con referencias al velamen o a los pájaros; para estas piezas de gran volumen la tensión en el espacio se monumentaliza pero siempre lo hace bajo una estética constructiva. Piezas más ligeras, aéreas y móviles que interactuaban con las inclemencias del exterior, por lo que Aurèlia investiga a partir de la confección de las velas de los barcos abandonando en estos trabajos el macramé.
Son especialmente interesantes las maquetas de estos pájaros en las que se sirve de papel, material que le abrirá un nuevo mundo a partir de los años 80 y para los que la investigación geométrica será fundamental. Como escultora que trabaja con el espacio da un paso adelante, y de las texturas flexibles y orgánicas del textil evoluciona hacia el papel, jugando con lo blando y lo duro, con la rigidez o la delicadeza que se puede llegar a crear con toda la variedad de papeles que confecciona manualmente. La artista bebe de fuentes orientales, sobre todo de Japón, país con una cultura que le influyó técnica y temáticamente en esta nueva etapa creativa, junto con la tradición y la artesanía papelera manual de su Cataluña natal.