Este año ha aumentado la presencia de las mujeres artistas en ARCO: ha pasado del 25 al 32%. «No es para las echar campanas al vuelo, pero es una buena noticia», advierte Maribel López, directora de la feria.
La galería José de la Mano de Madrid apuesta por dar visibilidad a seis artistas iberoamericanas de los años 60 y 70, desconocidas por el público. Son: Irene Buarque (Sao Paulo, 1943), Ana Buenaventura (Madrid, 1942), Vera Chaves Barcellos (Porto Alegre, Brasil, 1938), María Droc (Bucarest, Rumanía, 1903-Madrid, 1987), Noemí Martínez (Buenos Aires, 1934), Aurèlia Muñoz (Barcelona, 1926-2011)… Esta última es una de las escasas artistas españolas expuestas en la colección permanente del MoMA, que ha comprado tres obras suyas. No se conocieron. Algunas estaban casadas con artistas. Noemí Martínez, con Manuel Mampaso, que trabajó en ABC. A sus 86 años, la creadora se debió emocionar ayer, sin duda, al ver una buena selección de sus esculturas expuestas en ARCO.
«El violador eres tú», se lee en una bandera chilena, usada por Fernando Prats en una de sus obras (Joan Prats) – MAYA BALANYÁ
Espacio Mínimo ofrece en su estand «De entre las muertas», de la artista madrileña Diana Larrea. Un trabajo sobre un centenar de artistas silenciadas a lo largo de la Historia: desde el Renacimiento hasta las vanguardias. Parte de un autorretrato de cada una de ellas, que Larrea interviene. Explica que este trabajo tiene su origen en un proyecto de María Gimeno en el Prado. Entre las artistas que rescata del olvido, nombres como Artemisia Gentileschi, a quien en unas semanas le dedicará una gran monográfica la National Gallery de Londres. O Sofonisba Anguissola, cuyo trabajo vimos en el Prado. «Son artistas de primera fila, muy solicitadas en su época, pero cuando mueren, caen en el olvido». En el caso de Artemisia, se redescubre en el siglo XX por las actas del juicio de la violación que sufrió.
Y hablando de violaciones, abordan el tema el chileno Fernando Prats (galería Joan Prats) –«el violador eres tú», leemos en una bandera que intervinieron los manifestantes de las protestas de Chile en octubre del año pasado– y Regina José Galindo (Prometeo), que denuncia «treinta violaciones en solo dos meses» en su país, Guatemala.