La Galería José de la Mano, dedica este año en el festival PHotoESPAÑA 2017, la exposición al fotógrafo Fernando Nuño (Madrid, 1938-Málaga, 1996).
Se muestra por primera vez cincuenta originales inéditos de época, en blanco y negro, positivados por el propio autor, realizados entre 1960-1975, momento en el que Nuño trabaja la fotografía a partir de encargos comerciales de una forma muy libre “El menester de reflejar la- realidad o irrealidad- del mundo con una cámara fotográfica”, declaraba Nuño “tiene mucho que ver con la poesía” (sí, algo tuvo que ver con ella). Artistas y escritores como José María Iglesias, Julián Martin de Vidales, Pedro García Ramos, Macua, Manuel Conde, Jesús González (fotógrafo), Manuel Alcántara, Gaspar Gómez de la Serna, entre otros, formaron parte de su vida artística y personal.
Fernando Nuño, autodidacta y de carácter excesivo se formo como fotógrafo en las calles, las redacciones, los caminos, los paisajes. Odiaba el laboratorio porque le producía claustrofobia, tanto como los trucos y los retoques de los que no quería ni hablar. Le gustaba ir a los bares y trabajar con la gente estaba convencido de que las revistas no conducían a nada, “o te deforman o acabas copiando lo que has visto”. Le chirriaba que llamaran a su fotografía “obra”. Le parecía excesivo, prefería considerarse simplemente un “fotógrafo” que hacía de todo y que creía hacerlo bien.
Se lanzó al vacío como reportero gráfico con apenas quince años, para después convertirse en propietario, y responsable de la Agencia HENECÉ, S.A., el primer escalón de su trayectoria profesional. Pronto entrará, además, en colaboración con la empresa Macua & García-Ramos, de la que irá recibiendo el encargo de numerosos proyectos.
Bajo el nombre de HENECÉ forja una reputación sobresaliente en el mundo del periodismo gráfico nacional, Arriba, La Gaceta Ilustrada, Mundo Hispánico, ABC e internacional, París Match, Life, L’Europeo, Oggi, Kristal, Time, que le llevo a viajar por Europa, América o África así como por toda España, principalmente como fotógrafo oficial de cabecera de las Jornadas Literarias organizadas por Gaspar Gómez de la Serna, que será el principio de sus amistades con el mundo de la poesía. Con apenas veinte años se convierte, en director comercial y redactor gráfico de la Agencia Europa Press (1959-1962), en la que realizará algunos de sus reportajes con mayor repercusión internacional: el reportaje aéreo del Valle de los Caídos (1959), vendido a todo el mundo por Europa Press, que se convirtió en el principio del gran archivo de la agencia, las fotografías del primer eclipse de sol (1959), publicadas por el Alcázar y para cuya realización necesito movilizar un “Henkel” del Ministerio del Aire o, también, las fotos del terremoto de Agadir (1960), donde Nuño compartía protagonismo y páginas con la Agencia Keystone-Nemes.
Su fotografía va cambiar pronto casi al ritmo que su aspecto físico: del hombre afeitado y con todo el pelo hacia atrás pasará al bigote y el flequillo y, después, a la barba canosa y abundante cabellera. Esta nueva etapa le posiciona de ahora en adelante, además de cómo un destacado fotógrafo de artistas, como fotógrafo perteneciente al mundo del arte y la cultura que participa en bienales de prestigio como la de París (1967) o Sao Paulo (1975). En todo este tiempo Nuño se aparta voluntariamente del circuito fotográfico tradicional de las agrupaciones fotográficas, los salones, los concursos sociales, los premios o las especializadas. Sin embargo, colabora en dos hitos fotográficos de la fotografía española: por un lado, en la publicación del primer Anuario de la Fotografía en 1958, editado por AFAL, grupo de fotografía almeriense al que pertenece en aquellos momentos. Y, por otro, en la I Muestra de Fotografía Española organizada por la Galería Multitud de Madrid en 1976. Ambos casos resultan excepcionales en su trayectoria, porque en ningún otro momento de su carrera va a vincularse con algún hecho o acontecimiento propio del mundo fotográfico.
En 1975 su empresa fotográfica y su vida personal hacen aguas. Sin embargo, una vez más sorprenderá con la publicación de dos libros “Los últimos días de Franco vistos en TVE (1975)” y los “Primeros días del Rey vistos en TVE (1975)”. Pese a la improvisación que sobrevoló ambas publicaciones, Nuño logra convertir aquellas fotografías realizadas a partir de las imágenes emitidas en directo por TVE en un conjunto de metafotografías sumamente interesantes e intuitivas, que muestran el juego de engaños y confesiones que afectan: por un lado, a las imágenes en sí mismas y por otro, al sentido de la comunicación en razón de su colección: “juntos a”, “después de”, “entre”, “con” o “acerca de”. Por ello traspasan el carácter meramente de fotolibro para convertirse en una especie de proposición formal, en un ejercicio práctico con el que investigar sobre la naturaleza de la fotografía y sobre el dilema de verosimilitud y la falsedad de la realidad visual en ella representada.
En 1978 Fernando Nuño toma la irrevocable decisión de descolgarse las cámaras del cuello, desaparece del panorama fotográfico profesional así como del circuito artístico expositivo.
La fotografía tiene una historia tan apasionante y variada como los temas que millones de cámaras han captado en película. Desde sus humildes principios, hace ya 200 años, la fotografía ha llegado a convertirse en una de las fuerzas creativas más influyentes de nuestro tiempo.
Los hombres y mujeres que han llevado la fotografía al lugar que ahora ocupa han ido sumando sus aportaciones a una sólida serie de logros. Ahora disfrutan del producto de su esfuerzo incluso quienes se conforman con la más elemental de las cámaras.
Exposición galardonada con el premio OFF de PHOTOESPAÑA 2017.
© Mariví Otero 2017
Asistente: Manuel Otero Rodríguez