La galería José de la Mano reepresenta mayoritariamente a artistas históricos que ya han fallecido o que comprenden edades muy avanzadas y que la Historia relegó al olvido. Familiares cercanos de los mismos tienen en sus manos la conservación de sus talleres y legados, y es justo ahí, donde esta firma se ocupa de recuperarlos y ofrecerles la visibilidad que se merecen, porque son obras de calidad.
«Como labor, es muy complicada, puesto que los artistas, que en una determinada época han celebrado exposiciones con los grandes del momento, al desaparecer durante tantas décadas, parece como que no existieran. Y es aquí donde nosotros intentamos volver a introducirlos en el mercado. La mayoría no son conocidos por el gran público, pero sí que es cierto que tienen mucha calidad», cuenta el director de la la galería, y compañero de De la Mano, Alberto Manrique.
Una labor «calculada»
Según De La Mano, todos sus proyectos, en el fondo, siguen una línea muy coherente, tratando de buscar complicidad con comisarios e historiadores que aporten contextualización a las obras. «Es necesario conocer los antecedentes de un trabajo para comprender su verdadera esencia y, sobre todo, para lograr entenderlo».
A finales de 1968, la casa IBM cedió a la Universidad Complutense de Madrid un inmenso ordenador a cambio de dotarle de nuevos campos de aplicación. Así es como a España llega la primera gran computadora, de dimensiones estratosféricas. La UCM decide ponerla en mano de un grupo de artistas para que la utilizasen aplicando la tecnología a sus obras. En base a esto, se formó una corriente artística que se mantuvo viva hasta aproximadamente el año 1972, un ámbito en el que ahora, varias décadas después, se mueve bien esta galería madrileña.
Durante este tiempo se organizaron dos grandes exposiciones: en primer lugar, «Formas computables», en la que los artistas presentaron proyectos cargados de creaciones susceptibles de transformación digital en las que visualizaban cómo el ordenador jugaría un papel importante en el futuro. En la segunda, «Formas computadas», mostraron el resultado final de estas investigaciones, demostrando que sus cálculos habían funcionado. Surge de este modo una nueva forma de arte que, con sus artistas, el tiempo más o menos relegó a la trastienda del olvido.
Un buen ejemplo es la muestra que actualmente se despliega en la galería la titulada Lugán antes de Lugán, la cual está integrada por catorce obras en pape, datadas aproximadamente entre los años 1958 y 1966 y pertenecientes a la etapa inicial de la producción de este autor.
«Este madrileño es uno de los autores más singulares del panorama artístico español de la segunda mitad del siglo XX. Su trabajo es conocido especialmente por sus obras de naturaleza electromecánica, conformadas por dispositivos que integran lo audiovisual, lo cinético y lo táctil, los cuales supusieron una novedad entre las propias creaciones de la época», declara Manrique.
La importancia de una buena agenda
La unión entre arte y tecnología es el rasgo más simbólico de su trayectoria, marcada por la experiencia pionera en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid y su trabajo como técnico electrónico en Telefónica. A pesar de esto, en sus primeros años de carrera también realizó obras enmarcadas en la abstracción geométrica, faceta que se muestra por primera vez en la galería.
Según De la Mano, «El cliente ha dejado de acudir a las galerías y el primer contacto con el comprador suele producirse en las ferias. De ahí la importancia de contar con una buena agenda para poder asistir a las más interesantes». ARCO será la próxima que realice esta firma.
Dentro de la línea expositiva de la galería José de la Mano, ubicada en la calle Zorrilla de Madrid, se rescatan figuras de las décadas de 1950 y 1960 en España y Latinoamérica. Esto incluye también a mujeres que han estado silenciadas hasta la actualidad en la estricta intimidad de su taller. El proyecto planteado para la feria que dirige Maribel López este año irá en esta línea y se presentará bajo el título de «Cinco mujeres olvidadas», de arte geométrico y conceptual, de la mano de una autora argentina, dos brasileñas, una portuguesa y otra española.