Esta exposición está formada por 14 obras sobre papel realizadas entre 1958 y 1966, que pertenecen a la etapa inicial de la producción del artista, cuando todavía firmaba con su nombre de nacimiento, Luis García Núñez, y es que Lugán es el acrónimo que adoptó como nombre artístico a partir de 1967. A esta etapa la galería José de la Mano ya le dedicó una exposición en el año 2015, en la que se expusieron las 6 piezas interactivas que Lugán presentó en el Pabellón español de la Bienal de Sâo Paulo en 1973.
La formación artística de Luis García Núñez comenzó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid ubicada en la calle Marqués de Cuba, asistió con asiduidad a los Talleres del Círculo de Bellas Artes y al Casón del Buen Retiro para realizar dibujos al natural. Su obra se mostró al público por primera vez en exposiciones colectivas, hasta que el año 1962 expuso individualmente en la Sala Abril de Madrid. En la década de los 50 la pintura de García Núñez, como puede verse en esta exposición, se caracterizó por el uso de una paleta de vivos colores y la creación de unas geometrías en la que se aprecia una clara influencia cubista, fruto de su admiración por las obras de los maestros Juan Gris y Pablo Picasso en sus primeros años de formación. En cambio a comienzos de los 60 el artista se sintió más atraído por unas geometrías reducidas a su mínima expresión, que forman sutiles juegos de líneas, y por su cromatismo intencionadamente austero, donde el gris es el gran protagonista. No obstante como contrapunto, introdujo en muchas de ellas pequeñas notas de color intenso que le permitían ilustrar la totalidad de la obra. La inspiración para emplear este recurso la tomó de la música dodecafónica y de la pintura del maestro Piet Mondrian. Si hay un rasgo que vertebra toda la producción de Luis García Núñez/Lugán, es su trabajo en el terreno de la abstracción.
La exposición ‘Lugán antes de Lugán, se presenta en la galería José de la Mano, Madrid, hasta el 1 de febrero de 2020.