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Los imprescindibles de PhotoEspaña

Imagine un viaje por el continente con paradas en sus conflictos, en sus grandes y pequeños protagonistas, en su historia, en la ajena, en lo que hay fuera de él y en los lugares que nadie se detuvo a mirar. Ahora, siga imaginando, por qué parar, pero además dese una vuelta por PhotoEspaña, que en esta edición hila su discurso en torno a la idea de Europa, y compruebe si sus divagaciones se corresponden con las visiones de los más de 300 artistas que participan en el festival fotográfico. Y si no sabe dónde empezar, déjese aconsejar por los que mejor conocen estos ruedos, los fotógrafos.

Luis Davilla: Vivian Maier. Street Photographer

El autor de las imágenes panorámicas en 360º que han hecho a más de uno viajar sin levantarse del asiento surgiere arrancar este tour al otro lado del charco. «La historia de su descubrimiento reflejada en un magnífico documental, Encontrando a Vivian Maier, me parece increíble… El cómo una niñera vulgar sin intenciones artísticas y casi diría de ningún tipo, fuera capaz de desarrollar un trabajo espectacular puramente fotográfico en sus ratos libres… Es como si hubiera llevado inscrito en su ADN el lenguaje fotográfico moderno y sin ella saberlo». Maier llegó a acumular más de 2.000 rollos de película sin revelar y murió en 2009 sin saber que su secreta pasión la sacaría del anonimato. Fundación Canal (Mateo Inurria, 2).

Santi Palacios: ¡A las puertas del paraíso!

Si el Premio Nacional de Fotoperiodismo 2015 tuviera que elegir una exposición sería la anterior -«es una pasada»-, pero como Davilla se le adelantó, tiene que pasar a la segunda opción: ¡A las puertas del paraíso!, un ensayo fotográfico coral. «No la he visto todavía pero me genera mucha curiosidad. Yo trabajo mucho el tema de la inmigración y los refugiados y me gusta que haya una exposición que lo aborde». Palacios, confiesa no ser un experto en el festival y siente que eso se debe, en parte, a que «parece que el fotoperiodismo no tiene un papel muy relevante en él. Hay muchos artistas, que está muy bien, pero no es un festival que sea referencia para el fotoperiodismo y me encantaría que lo fuera también». Centro Cultural Conde Duque (Conde Duque, 11).

Carlos García Pozo: Joel-Peter Witkin

El jefe de Fotografía de ELMUNDO aconseja no perderse la exposición de uno de los fotógrafos actuales más «perturbadores»: Joel-Peter Witkin. «La gente tiene que estar prevenida de lo que va a ver», advierte. Esto son imágenes salvajes, cuerpos desmembrados, extremidades amputadas que luego son apiladas hasta formar composiciones grotescas a la vez que estéticas. «Es un autor americano muy controvertido porque tiene un sentido de la belleza un poco especial y la busca en lugares poco recorridos: en la muerte, en lo sagrado, lo profano… Lugares que crean en el espectador sentimientos encontrados», explica el fotógrafo. Michel Soskine Inc (General Castaños, 9).

Lupe de la Vallina: A contracorriente

La responsable de muchos de los elocuentes retratos de la revista Jot Down recomienda no perderse la retrospectiva dedicada a Joana Biarnés, «la fotoperiodista española que se coló en la habitación de los Beatles en el 65, la que retrató a los personajes más relevantes de la época [Orson Wells, Louis Armstrong, Jack Lemmon]» y todo eso «en un tiempo en el que no había mujeres fotógrafas y había que echarle mucho morro. Ella nos abrió el camino». Biarnés, que fue capaz de amansar al mismísimo Dalí, decidió colgar las botas y pasarse a la hostelería en 1985, después de que «el jefe de una publicación le dijese que su trabajo no valía y para mostrarle qué era lo que vendía le enseñó una foto de Lola Flores vestida de Rey Mago». Teatro Fernán Gómez (Plaza de Colón, 4).

José Aymá: Gerardo Vielba. París, 1962

El veterano fotógrafo de EL MUNDO -y uno de sus más diestros retratistas- muestra predilección por el trabajo del que considera «uno de los más sólidos teóricos del grupo de fotógrafos de su generación», Gerardo Vielba. «Sus fotografías tienen composiciones limpias y muy sencillas a la vez que están cargadas de ironía», explica Aymá. «Sus instantáneas están extraídas de lo cotidiano de la vida, carecen de artificios, su espontaneidad envuelve en una aureola mágica a los personajes retratados. Su obra es fundamental para entender la fotografía española». En esta ocasión podrán verse los retratos realizados por el madrileño en París en el año 1962. Galería José de la Mano (Zorrilla, 21 bajo dcha.).

Pablo Almansa: Tras los pasos de Inge Morath Jürgen Schadeberg

Este fotógrafo, conocido por sus impudorosos y estéticos retratos de cuerpos desnudos, confiesa que lo que más le interesa de este festival «es la celebración y el homenaje que se hace a una profesión que está en un proceso de metamorfosis absoluta». De la sección oficial se decanta por la exposición sobre Inge Morath y de la off por la de Jürgen Schadeberg. Ambas «se alejan en estilo de lo que a mí me suele gustar en fotografía», explica, pero es en la confrontación de estilos donde Almasa encuentra su motivación: «Fotógrafos como ellos fueron los que a mí me animaron a querer serlo».

La primera de ellas enfrenta las imágenes tomadas por la que fue una de las primeras mujeres en entrar en la agencia Magnum Photos durante sus viajes por el Danubio realizados entre 1955 y 1990 con las de ocho jóvenes fotógrafas que siguieron sus pasos en 2014 (Espacio Fundación Telefónica, Fuencarral, 3). La segunda, es una selección de fotografías tomadas por el célebre fotógrafo alemán en Sudáfrica durante el Apartheid, en Gran Bretaña en los años 60 y 70, y en Alemania a lo largo de varias décadas (Blanca Berlín Galería, Limón, 28).