Los De la Sota
En 1963, el matrimonio formado por Jesús de la Sota y Amparo Cores esperaba su primer hijo. Era una pareja de artistas, con las notas de sofisticación propias de dos jóvenes informados y modernos que, además, tenían ya experiencias artísticas viajeras. Dos jóvenes esbeltos, con zapatillas rústicas atadas con cintas, pelo corto, jerséis deformados por el uso y mirada melancólica, como se ve en las fotografías. Habían decidido casarse el año anterior, pero se habían conocido cuatro antes, en Bruselas, cuando Jesús participaba en el montaje del pabellón español de la Exposición Internacional que habían diseñado los arquitectos José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún, una construcción transparente, luminosa y modular, muy en consonancia con la estética normativa y su lujo austero. Jesús de la Sota aportó unos diseños de peces geométricos que, plasmados en tapices, ya habían estado presentes en la Triennale de Milán del 57. Le Corbusier había diseñado otro de los pabellones, en el que intervino Edgar Varèse.