- Los reyes inauguraron ayer la 34ª edición de la feria de arte contemporáneo, en la que hay más mujeres que nunca.
- ARCO 2020: la espectacular obra de Ai Weiwei con ‘piezas de lego’.
- La polémica obra de ARCO ‘Franco no fue tan malo como dicen’ ya ha encontrado un comprador.
- La feria Artist acerca el arte moderno al público general.
Más mujeres, menos extravagancia y ningún país invitado. Son las claves de la 39ª edición de la feria ARCO, que inauguraron ayer los reyes en Madrid y que ha reunido a 1.350 artistas y 209 galerías de 30 países mirando de reojo, como ahora cualquier certamen de estas características, al coronavirus.
Si bien las actividades previstas no se han visto alterados y las bajas han sido las habituales, algunos de los asistentes han decidido utilizar mascarillas como precaución. Aun así, los organizadores han instalado en los pabellones dispensadores de jabón sanitario y carteles informativos con las recomendaciones de la OMS.
La visita de los monarcas, con una duración más breve de lo habitual, evitó pasar por la polémica Franco no fue tan malo como dicen, la obra del artista finlandés Riiko Sakkinen que ironiza sobre las bondades del dictador y ya ha sido reservada por un valor de 15.000 euros. Sin embargo, sí dedicaron un tiempo a visitar la galería italiana Massimo y Francesca Minini, lo que se interpretó como un gesto por ser este uno de los países más afectados por el contagio creciente del virus.
Aunque la obra de Sakkinen acapara gran parte de la atención de los asistentes a la feria, no es la única con contenido político o reivindicativo, algo que ya adelantó la directora de la feria, Maribel López, durante su presentación. Ejemplos de ello son las fotografías de la brasileña Claudia Andújar o la pieza del artista cubano Marco Castillo, compuesta por las letras que forman la palabra «Franco» que se entremezclan y llegan a transformarse en las de «Castro» y que ya ha sido vendida por 30.000 euros.
En el catálogo de la edición cabe destacar también el Retrato de Jacqueline de Picasso. Ubicado en el espacio de la Galería Edward Tyler Nahem; por el momento es la obra más cara de la feria, con un precio de 6,5 millones de euros. A esta creación le sigue de cerca una escultura en granito del guipuzcoano Eduardo Chillida (galería Hauser & Wirth), cuyo precio es de 5 millones de euros.
Kandinsky también tiene su lugar en el podio, con una obra de 1,5 millones de euros en la galería Leandro Navarro, que también vende dos dibujos de Picasso, un cuadro y una escultura de Dalí, piezas de Miró y Tàpies y uno de los célebres móviles de Alexander Calder, con un precio de 1,8 millones de euros.
Por otro lado, la colorida revisión del horóscopo chino del artista Ai WeiWei se postula como una de las creaciones que más interés han causado entre los coleccionistas. Este año, la feria ha dedicado su sección especial al autor cubano-estadounidense Félix González-Torres, que falleció en 1996 como consecuencia del sida y en cuyo trabajo convergen activismo político y esculturas minimalistas que realizaba con materiales cotidianos como relojes.
Pese a que la pintura es la que predomina en la muestra, también hay lugar en ella para la fotografía. Destacan la obra del japonés Sohei Nishino, que construye mapas a partir de fotografía analógica y cuenta con una imponente obra sobre el Everest, o el retrato del rey emérito, Juan Carlos I, por Pedro G. Romero. En cuanto a la escultura, Paloma de la Cruz -cerámica- o la reproducción en miniatura una de las obras de Leandro Erlich en la galería NoguerasBlanchard, que reflexiona sobre el cambio climático, merecen una visita.
La igualdad sigue siendo la tarea pendiente de la organización, aunque este año el número de mujeres artistas ha crecido y pasa del 25% de la última edición al 32% de esta, aunque hay espacio para la reivindicación de la causa con galeristas como José De la Mano, que dedica su estand a seis artistas femeninas de los años 60 y 70 desconocidas por el público, como Irene Buarque o Ana Buenaventura.
Este año hay menos propuestas conceptualistas y extravagantes que en otras ocasiones, pero para quien bucear en los dos pabellones de la feria, repletos de todo tipo de propuestas, se puede acudir a las visitas guiadas, programadas por primera vez en ARCO para este fin de semana e impartidas por expertos del mundo del Arte al precio de 20 euros. Las entradas generales para el certamen cuestan desde 30 euros la jornada.
Aparte de los reyes, no faltaron a la cita el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, y Maribel López, que se estrena como directora de ARCO Madrid, tomando el testigo deCarlos Urroz. Completaron la comitiva de autoridades la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida y la presidenta de Baleares, Francina Armengol.